Apagado automático:
Normalmente no se le da mucha importancia y, aunque los fabricantes suelen incluirlo en casi todos los centros de planchado, no suelen destacarlo como una característica determinante en la compra y a menudo en las pág
inas de compras online cuesta encontrar si un centro de planchado tiene autoapagado o no.
Sin embargo me parece una característica vital porque tarde o temprano todos tenemos un descuido, o nos dejamos la plancha encendida, o nos llaman por teléfono y nos olvidamos… con una sola vez «que nos salve» habremos amortizado esta función.
El funcionamiento se explica por sí solo: si la plancha detecta tiempos de inactividad prolongados ella misma se desconecta. Los tiempos de autoapagado suelen variar en función del fabricante, siendo el estandar entre 7 y 10 minutos de inactividad. Incluso algunos modelos nuevos tienen un tiempo de corte de 30 segundos si detectan que la plancha está en posición horizontal y no hay movimiento, evitando así que puedas quemar cualquier prenda o la propia tabla de planchar.
Tiempo de calentamiento o puesta en marcha.
Esta característica se refiere al tiempo que tarda el centro de planchado en generar el vapor y la presión para que éste salga con fuerza y buen caudal.
Antiguamente los centros de planchado tardaban cerca de 10 ó 12 minutos en estar listos para trabajar. Con los actuales esta tarea la tienes resuelta de 2 a 3 minutos dependiendo de la potencia en vatios de cada plancha.
Depósito de agua del generador de vapor
La capacidad del depósito de agua es un elemento clave a considerar. Se miden en litros y cada fabricante suele disponer de varios tamaños en función de las gamas y modelos. A mayor depósito menos viajes a rellenar al grifo.
Los tamaños típicos suelen estar entre 0,8 litros y 1,5, aunque también encontramos modelos de 2 litros y hasta 2,5 litros.
Para hacernos una idea, con un depósito de 2 litros podemos planchar unas 3 horas con un consumo de vapor normal-abundante, aunque aquí influye bastante la eficiencia de cada marca en la generación de vapor.
Hay que considerar que a mayor depósito de agua más pesada será la base del centro de planchado cuando esté lleno, por lo que se hace necesaria una tabla de planchar especial para centros de planchado.
Un consejo a la hora de elegir un centro de planchado es fijarnos que el depósito permita ver con claridad el nivel de agua que tiene en cada momento, porque aunque la mayoría tiene indicadores LED que te avisan de cuándo hay que rellenar, siempre se agradece comprobar de un vistazo cómo va el consumo de agua.
Otro elemento muy aconsejable es el filtro de cal y más en España que muchas zonas son de aguas duras.
Mapa distribución de Cal en el Agua en España
La mayoría de modelos ya lo traen y multiplica por 10 la durabilidad de nuestro centro de planchado. Suele ser una varilla que atrapa y acumula la cal que ha solidificado en el cambio de agua a vapor, de manera que nos ahorramos quebraderos de cabeza por obstrucciones y evitamos averías.
La potencia de nuestro centro de planchado
El vatio es la unidad en que medimos la potencia. Aquí tenemos que tener en cuenta la potencia total del centro de planchado en términos absolutos y también analizar qué tal aprovecha esa energía.
Cuánto consumen nuestros electrodomésticos
Normalmente los centros de planchado se mueven en un rango entre 1800W y 3100W de consumo. Un aparato que desarrolle 6 bares de presión con un consumo de 2400W frente a otro que genere la misma cantidad utilizando 3100W, nos indicará la mayor eficiencia del primero.
Los mejores centros de planchado disponen de Funcion ECO de ahorro energético, para cuando tengas menos ropa que planchar o para cuando no está muy arrugada. El ahorro que podemos encontrar utilizando este modo varía entre el 15 y hasta el 30% del consumo del dispositivo en Modo Normal.
Etiquetas energéticas. Un buen centro de planchado suele moverse entre A y A+
Los bares de presión.
El bar es una unidad de presión. Cuanto mayor es el número de bares mayor es la presión de que dispone un centro de planchado.
Cuanto mayor es la presión con más vigor saldrá el vapor, ayudando a eliminar cualquier arruga sin esfuerzo y haciendo posible usar nuestro centro de planchado como plancha vertical, muy útil para eliminar arrugas de elementos como cortinas o tapicería estando colgados, así como trajes que están en su percha.
La presión típica recomendable se encuentra entre 4,5 y 6 bares.
Salida de vapor de la plancha.
Esta es otra de las características importantes a tener en cuenta. El propósito del vapor es que su alta temperatura y su humedad ayuden a relajar internamente las fibras de la ropa o tejidos que estamos planchando, eliminando arrugas con eficacia, matando bacterias, eliminando restos de olor resistente y sobretodo reduciendo el tiempo de planchado.
El vapor de agua es esencial en un centro de planchado
Aquí la regla está clara: cuanta más producción de vapor, mejor.
Normalmente este parámetro se mide en gramos por minuto, siendo lo habitual en los mejores centros de planchado caudales de entre 90 y 120 gramos por minuto.
La mayoría de fabricantes también incluyen el Golpe de Vapor, que como su nombre indica son disparos puntuales más potentes para zonas más rebeldes o plancha vertical. Aquí los fabricantes ofrecen entre 240 a 260 gramos/minuto de media, aunque empieza a ser más habitual ver modelos con más de 300 y hasta 400 g/minuto, y en ámbito profesional hasta 650 gramos/minuto.
La Suela de la plancha
Este factor es sumamente importante. La suela es a nuestro centro de planchado como los neumáticos son a nuestro coche. Es el elemento que está en contacto con la ropa y el que influirá en la eficacia del planchado, la distribución del vapor buena y que la plancha sea duradera.
Hará nuestro planchado más cómodo en función de la resistencia en el deslizamiento que aporte cada material. Parece que no, pero en sesiones largas se nota si la plancha va suave o “agarra” algo más, debido al propio material o debido a que ya está muy rayada.
La forma de la suela también es importante. Una punta cónica es recomendable para alcanzar las esquinas de nuestras prendas. Una punta fina es ideal para alcanzar pliegues o zonas de difícil acceso, como dobladillos, bolsillos o zonas entre botones.
Las suelas con la zona trasera curvada son ideales para ofrecer menos resistencia ante movimientos amplios. Ideales para planchar grandes telas o prendas largas con movimiento de ida y vuelta o vaivén.
Suela MicroSteam Rowenta Vs. Bosch CeraniumGlissée Vs. Philips T-ionicGlide
Igualmente es vital fijarnos en la distribución del vapor, no solo la cantidad de agujeros de salida, sino la distribución de los mismos. Normalmente las mejores marcas de centros de planchado ya tienen muy estudiada la distribución de vapor, pero aun así, según tus necesidades, puedes encontrar más útiles algunas suelas que tienen un reparto homogéneo del vapor por toda la suela u otras que concentran más vapor en la zona de la punta.
Materiales de la suela:
Aluminio
El aluminio es un buen conductor del calor, pero puede ser más complicado de limpiar y presenta menos capacidad de deslizamiento y resistencia a arañazos que otros materiales. Hay que tener más cuidado con cremalleras y botones.
Acero inoxidable
Las suelas de acero inoxidable son resistentes y tienen buena capacidad antiarañazos. Dependiendo del fabricante también muestran buen deslizamiento.
Compuesto Cerámico
Las suelas de cerámica tienen un magnífico deslizamiento, una buena distribución de calor, son fáciles de limpiar y quizá las más precisas en eficacia de planchado. Sin embargo, son sensibles a rayarse y suelen ir acompañadas de aleaciones que las doten de mayor resistencia.
Teflón
Menos resistente que el acero pero una distribución de calor muy eficaz y uniforme. Máxima suavidad en deslizamiento.
Paladio
Las suelas fabricadas en paladio tienen el mismo rendimiento que las cerámicas, pero añaden la ventaja que se van limpiando ellas mismas con el propio acto de planchar. También tienen una gran durabilidad.
Por supuesto dentro de cada material encontramos distintas calidades y distintos acabados o tratamientos de endurecimiento.
Es importante que la suela sea de calidad porque por muy cuidadosos que seamos siempre habrá roces con botones, fibras, cremalleras… además de la fricción extra en los orificios de salida de vapor.
A mejor material más precio, evidentemente. Pero merece la pena la inversión.
Al final estos son los materiales en los que se basan para fabricar las suelas. Luego ya cada fabricante de electrodomésticos emplea marketing para referirse a las mismas: Microsteam, T-ionicGlide, Durilium… y nombres de este tipo, pero no dejan de ser aleaciones basadas en los compuestos básicos que comentamos.
Transporte y almacenamiento.
Los centros de planchado son bastante más grandes que una plancha de vapor convencional, por lo que requieren de más espacio de almacenamiento.
La mayoría de fabricantes tienen un cierre de seguridad que al activarlo fija la plancha a la base e impide que se mueva o se caiga. También suelen estar diseñados para ser ergonómicos a la hora de agarrarlos y moverlos de sitio.
Un detalle que está muy bien es cuando el cable eléctrico es retráctil o permite ser enrollado dentro de la base de nuestro centro de planchado, dejando todo bien ordenado sin cables rodando, característica bastante común en otros electrodomésticos del hogar como vaporetas o aspiradoras.
Evidentemente si tienes pensado moverlo mucho de sitio te conviene un centro de planchado lo más ligero posible, aunque en general el peso normal de todo el conjunto viene estando entre 4,5 y 6 kilos.